martes, 6 de abril de 2010

La necesidad

El escritor se sentó en medio de su propia nada para intentar crear. Era tan normal el mundo a su alrededor, y era tan anestesiante aquella normalidad, que se preguntó por qué se llamaba escritor, si no sentía la necesidad.
Notó que tenía hambre y pidió algo de comer; le entró entonces sed, y pidió algo de beber. El tentempié le dio sueño y sin moverse de su asiento, dio una cabezada.
Soñó entonces con la más trágica de las realidades y se vio preso en la más miserable de las existencias.
Al despertar, se precipitó sobre el papel y convirtió aquella pesadilla en un texto exquisito y, al terminar, se dijo: Claro que soy escritor, lo que ocurre es que no sé qué es la necesidad.

1 comentario:

  1. Lo anormal dentro de la normalidad. El detalle. Bucear bajo las horas de personas grises, bajo sonrisas simuladas. Ver más allá de lo visible. Eso hace un escritor.
    Sigue. Siempre. Aunque duela. Aunque no haya "nada" que contar. Aunque no lo necesites.

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